Bellos durmientes ¡despertad!
9 may 2025
Foggy Mind
Salud Regenerativa
Energía Natural
Si quieres disfrutar de todo el potencial de mis semillas y frutos secos, mejor despiertos y con los ojos bien abiertos. ¡Actívalos!
Son realmente bellos, ¿no crees? Hablo de las semillas, los frutos secos y las legumbres. Piénsalo bien: tienes delante pequeñas cápsulas con todos los nutrientes y enzimas necesarias para producir una futura planta. Sin embargo, están dentro de una capa protectora que mantiene ‘dormidas’ sus propiedades hasta que las condiciones para la germinación sean adecuadas. Estas barreras naturales hacen que no siempre aproveche su riqueza nutricional en las comidas, pero por suerte, tengo la llave de esa puerta. La clave para despertar a los frutos secos o, mejor dicho, para activarlos.
Para empezar, conviene recordar que estamos ante unos alimentos sanísimos, que constituyen una gran fuente de proteínas vegetales, grasas saludables y fibra, además de otras sustancias bioactivas con gran valor nutricional. Durante mucho tiempo hemos sido muy injustos con ellos por su composición grasa (55%). Sin embargo, se trata de grasas cardiosaludables: ácidos grasos esenciales que tu cuerpo emplea para formar membranas celulares. Y entonces, ¿por qué a veces resultan indigestos, si son tan buenos? Pues bien, esto se debe a los antinutrientes.
Bellos y muy recelosos de su intimidad, los frutos secos han desarrollado un mecanismo biológico envidiable que se define por su propio nombre: “si me consumes, no te nutriré”, parecen gritarnos los ‘antinutrientes’. Estos guardianes, además de dificultar la absorción de los nutrientes, pueden provocarte digestiones pesadas, hinchazón, molestias… Uno de los más comunes es el ácido fítico, que impide la asimilación de minerales, proteínas, almidones y grasas. Así que por muy leales que sean los centinelas, hazte esta pregunta…¿puedo derribarlos y despertar a estos superalimentos? La respuesta es sí. La activación es la clave de la victoria.
Bellos durmientes, preparaos. Os voy a espabilar.
Algo tan sencillo como poner las semillas o frutos secos en agua (una vez más, el agua como mejor aliada) puede bastar. Al dejarlos en remojo, se crea un entorno similar al de la germinación y conseguimos que los antinutrientes pasen al agua, liberando toda la magia que estos alimentos guardan.
Hora de despertarse, queridos
Sábanas fuera. No necesitas trompetas ni platillos: te basta con un grifo de agua y un poco de paciencia.
1. Pon las semillas o frutos secos en un recipiente de cristal o cerámica.
2. Cúbrelos bien de agua mineral o filtrada. Funciona muy bien añadir un chorrito de vinagre de manzana, limón o sal, porque la acidez ayuda a activarlos.
3. Déjalos en remojo de 6 a 8 horas. Si son pequeñitas, puede bastar con 2 o 4.
4. Pasado ese tiempo, los enjuagas bien y los escurres.
Et voilà. Ya están despiertos (activados). Y lo mejor: aguantan con los ojos bien abiertos hasta tres días si los guardas en la nevera en un tarro de cristal. También puedes dejarlos al sol o en el horno a 50ºC durante 10 horas. Este secado, que requiere mimo y paciencia, te premia con frutos secos activados durante meses. A partir de aquí, los puedes deshidratar, marinar o tostar durante 15 minutos a 150 grados y obtener snacks supersaludables. Luego los añades a lo que te apetezca, dulce o salado. El sabor, el aroma y la textura te van a hacer vibrar.
¿Todos son tan dormilones?
Casi todos. El tiempo de remojo depende de su tamaño y capacidad de absorción. A mí me gusta dejarlos toda la noche con un chorrito de vinagre de manzana sin filtrar, para asegurarme de que el ácido fítico se neutraliza. Pero algunas semillas y frutos secos no tienen inhibidores enzimáticos, así que solo necesitan un pequeño baño.
Por ejemplo:
• Almendras: 8-12 h
• Nueces: 6-8 h
• Pecanas: 4 h
• Semillas de sésamo: 4 h
• Semillas de girasol: 2 h
• Semillas de calabaza: 4-6 h
• Las semillas de lino o chía generan una gelatina mucilaginosa buenísima para el tránsito intestinal; con triturarlas es suficiente.
• Las semillas de sésamo, mejor tostarlas en una sartén unos cinco minutos, moviéndolas sin parar.
• Los anacardos que solemos comprar no son realmente frutos secos crudos. Mejor consumirlos pelados y tostados.
Celebra la activación
En resumen, espabilar a los frutos secos no es cruel, es conveniente. Mejor para ellos, mejor para tí. Me gusta recordaros por qué hacemos esto:
• Para eliminar tóxicos naturales (ácido fítico y taninos)
• Para neutralizar inhibidores enzimáticos
• Para activar los procesos enzimáticos
• Para incrementar las vitaminas
• Para que sean más digeribles
• Para que mi cuerpo absorba mejor sus proteínas
• Para disfrutar más de su sabor
A partir de aquí, puedes dejar volar tu imaginación. Desde preparar tu propia leche vegetal, hasta galletas, pasteles o cualquier receta que te apetezca probar.
Adelle Davis dijo: “Somos en verdad mucho más que lo que comemos, pero lo que comemos puede ayudarnos a ser mucho más de lo que somos”. Qué gran verdad. Y yo añado: “¡Y cómo lo comemos!”. Al activar frutos secos y semillas, sus nutrientes se conservan y mi organismo los asimila muchísimo mejor.
Y ya sabes: lo que cultivas dentro, resuena fuera.
